Se dice, y es verdad,
que precisamente antes de nuestro nacimiento,
un ángel apoya un dedo sobre nuestros labios y dice:
"Calla, no digas lo que sabes".
Por eso nacemos con una hendidura en el labio superior,
sin recordar nada del sitio de donde venimos.
que precisamente antes de nuestro nacimiento,
un ángel apoya un dedo sobre nuestros labios y dice:
"Calla, no digas lo que sabes".
Por eso nacemos con una hendidura en el labio superior,
sin recordar nada del sitio de donde venimos.
4 comentarios:
Precioso.
estoy convencido de ello, querida amiga... Es más, a veces pienso que es el mismísimo Dios que nace otra vez, cuando nace algún niño.
Dios siempre está donde hay vida...
un abrazo
lluis
genial...
saludos
Hola !!! muuuy dulce lo que haz escrito, nunca me lo habìa puesto a pensar...y sabes??? creo que me gustarìa que fuese cierto!!!
Hermoso.
Marìa Laura.
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