Mira sólo a los animales, los pájaros,
nadie está preocupado,
nadie está triste ni frustrado.
No ves un búfalo con ataques de ira.
Está perfectamente a gusto masticando el pasto,
igual que todos los días...
¡Parece casi un iluminado!
No tiene tensiones,
está en una tremenda armonía con la naturaleza, consigo mismo y con
todo tal como es.
Los búfalos no hacen partidos
para revolucionar el mundo;
para convertir a los búfalos en súper búfalos;
para hacer a los búfalos religiosos y virtuosos.
Ningún animal está interesado en las ideas humanas.
Y todos ellos deben estar riendo.
¿Qué es lo que te ha sucedido?
¿Por qué no puedes ser simplemente tú mismo cómo eres?
¿Cuál es la necesidad de ser otro?
Así es que lo primero es
la aceptación de ti mismo.
En lugar de juzgarte,
empieza a celebrarte con todas tus imperfecciones,
tus fragilidades, errores, fallas.
No te pidas ser perfecto.
Eso es simplemente pedir lo imposible
que te hará sentir frustrado.
Después de todo, eres un ser humano.
-Osho-
Pepitas de oro