El faro



El profundo amor de los faros.
Rompen la oscuridad más profunda con su luz.
Soportan los azotes del mar sin sucumbir.
Al borde del infinito, sin temor,
siempre presto a ayudar,
a guiar, a ser luz,
por puro amor.
No digáis que los faros son inertes,
porque el ser humano,
con toda su vida palpitante,
no es capaz de amar así.
Ya quisiera yo ser faro,
lo intento cada día...
Quizás algún día...