Sólo con escuchar ayudamos

Andando por el camino de la vida,



encontré un corazón divagando,


le pregunté qué era lo que tanto le preocupaba,


y con los ojitos tristes me confesó:



Tengo una parte triste en mí,


no lo puedo evitar...


Triste cuando me veo,


triste cuando me siento,


triste de ver que nada puede hacerse,


triste de que la vida pusiera ese problema putrefacto


que apesta toda la alegría de alrededor,


¿por qué?


¿por qué siento que no tengo ningún derecho?


¿porque siento que no puedo hacer nada?


No es justo,


quisiera poder llevarme a los mios lejos,


a cualquier lugar donde no nos encontraran nunca,


a veces pienso que nunca voy a poder ser del todo feliz

con esas comadrejas acechando mi nido,


les quiero lejos de mi y de los mios,


¿por qué luego soy incapaz de tratarlos como lo que son?


¿por que trato a las alimañas como si fueran personas?


Me desconcierto a mi mismo,


les quiero lejos y les acomodo en mi hogar,


¿que linea estúpida separa la educacion de la diplomacia?


Albergar a quienes llenan de heces y de discordia mi habitat,


no tiene ningún sentido,


acarician a mi bebe, lo mismo que le pueden morder en un momento dado:

¡son alimañas!


No sé hasta que punto tengo que esperar a que ello suceda para intervenir,


Esos animales desatan a mis fieras internas,


las cuales anidaban en mí en paz,

hasta que se vieron atraídas por su olor putrefacto,





Qué lástima...dóciles como estaban!




El corazón desahogado, me miró en silencio,


y algo debí  transmitirle con mi cara,


porque me sonrió y después de decirme gracias,


siguió su camino,


Yo seguí un rato desconcertado,


mientras veía como se iba alejando,


me preguntaba cómo le iría,


y si le volvería a ver.



Al mirar hacia el suelo,


advertí en mí, un hueco tremendo,


a través de mi pecho veía el camino recorrido...






(...)



Seguir hacia adelante es SIEMPRE la mejor solución a cualquier problema.


Y cuando no sepas COMO,


pon un pie delante y otro detrás.