Tener fe



Todo cuánto persigues lo logras,
quizás tardes más,
quizás tardes menos,
quizás pagues un precio,
quizás se convierta en un obsequio,
quizás parezca que no llegue nunca,
como la zanahoria que le ponen delante al burro,
para que ande y ande soñando con alcanzarla,
quizás empiezas a escuchar a quienes te dicen que abandones,
quizás estás cansado de defender tu sueño,
ante terceros,
ante ti mismo,
quizás estás a punto de abandonar...

Ojalá abandonar nunca sea una opción,
Lo que andastes,
de nada sirve si ahora rompes tu meta,
como si fuera de papel.
La tristeza y el vacío no desaparecerán,
por el simple hecho de dejar de soñar,
o de dejar de luchar...

Y nada, absolutamente nada,
está acabado hasta el momento en que dejas de intentarlo.


No hay una fuerza mayor...
Lo comprobarás ;)

7 comentarios:

Verónica Sánchez dijo...

Es muy cierto... la batalla se pierde cuando uno comienza a rendirse.

Hay que ser consecuente y seguir adelante, pase lo que pase ;)

Besotes!

Gustavo Pertierra dijo...

Totalmente conmovido por lo que has escrito, te dejo mio agradecimiento, pués me llega en un momento más que oportuno
Un cordial abrazo

carmen jiménez dijo...

La fe que se desprende de cada una de tus letras, es la fuerza que se necesita. Un poema delicioso. Gracias por compartirlo. Lo recordaré cuando esté a punto de rendirme.
Un beso leal.

Pichús dijo...

La verdad es que tu post me viene hoy como anillo al dedo.
¡Gracias! :)

Rafael San Andres dijo...

A quién no le viene bien un empujoncito a su esperanza...

Gracias

Diang Lugo dijo...

El peor de todos los errores es rendirse...

Cuando dejamos de creer, perdemos el norte y echamos por la borda cualquier oportunidad de crecimiento y superación...

La fe mueve montañas, es una ley muy certera...

Tuky dijo...

Solo me sale decirte: gracias